Las dinámicas laborales son altamente cambiantes, dependen de los contextos sociales, económicos, políticos y culturales en los que se desarrollan. Por lo tanto, requieren la implementación de cambios progresivos que aseguren tanto la adaptación de los mercados como la garantía de los derechos de los trabajadores,
permitiendo una dinámica de equilibrio social y garantía de una coordinación económica que resulte justa para una sociedad como la colombiana.